Presentación

Figura mundial de primer orden en el campo esoterico, corrientes chamanicas afro-indo-americanas y simbologia magica.
Gran Energetista, Profesor de Tecnicas Vitales para el equilibrio psicosomatico de personas, del entorno asi como su proyeccion.
Estudioso y difusor de las diferentes corrientes chamanicas afro-indo-americanas.

Desarrolla una labor de mas de 50 años como conferenciante, articulista,profesor, psicologo y colaborador en diversos medios periodisticos y radiofonicos, en pro de la realidad de las ciencias ocultas y su divulgacion en America y España.
Experto y canalizador de las Terapias Energeticas como mecanismo equilibrante de deficiencias personales y limitaciones existenciales.

26/11/09

"La mala educación familiar".

La mala educación familiar

La mala educación familiar desafortunadamente es una triste realidad. Llevamos arrastrando la influencia negativa de nuestros ancestros que han sido condicionados a través del tiempo, circunstancia harto difícil de superar de manera individual, dado que tenemos gravado a fuego experiencias negativas las cuales limitan y anulan nuestra mente, para poder ver y decidir por nosotros mismos.
Cuantos ejemplos tenemos de Mala Educación, cuantos puntos de vista distintos tienen nuestros padres, abuelos, etc. Pero ellos muchas veces fallan en la claridad de conceptos que transmiten sobre sus descendientes, no apreciando por sí mismo sus propios defectos, así como a veces su nefasta influencia, queriendo imponer a sus hijos aquello que no han podido hacer y ser en la vida.
No podemos ver a los nuestros como nuestra prolongación en la vida, sería demasiado egoísta y castrador por nuestra parte, si no que hemos de pensar que son unidades individuales de vida, con su propia evolución, desarrollo, y no todos con la misma sensibilidad para percibir, sentir y hacer en la vida.
En la mala educación acuso a nuestros antepasados, que creyéndose sabedores de “ciertas verdades” no dejan de ser mezquinos sentimientos ególatras, que ellos mismos ignoran dada su limitación cultural, envidias solapadas, sentimientos hostiles, agresividad, y ridículas arrogancias, también ellos vienen limitados por su propio pasado, por carecer de ideas claras y bien definidas.
¿Son también ellos realmente culpables? Desde luego es una larga cadena de consecuencias negativas que arrastramos desde tiempos remotos. Muchas veces imponen su autoridad recalcitrante, sin permitirnos una libre elección dentro de los patrones de conducta que nos puedan llevar a culminar en nuestro futuro aquellas expectativas que ansiamos ver cumplidas.
Imponiéndonos sus criterios, exigiéndonos cosas, (con la buena intención de que seamos mejores), pero con la carencia de tacto y de que cada uno de los hijos tiene una personalidad y formato de ser distinto y de esa forma impedimos que sean simplemente ellos mismos., sin saber que realmente en esencia no somos todos iguales.
Muchas veces la falta de conocimiento y la irresponsabilidad de una deficiente educación, falta de diálogo, acercamiento, intercambio de ideas, aclaración de conceptos, de ser amigos de sus hijos, contribuyen al fracaso, y al desencuentro de los mismos en el tránsito de la vida.
La nefasta y errónea intromisión, nos provoca limitaciones existenciales, así como nuestra capacidad de decidir aún siendo jóvenes con expectativas claras, sentimos el agobio de la influencia hostil, que nos han inculcado a través del tiempo, sin contar los malos ejemplos que se contradicen, que tanto nos marcan y nos confunden, circunstancias que nos entorpecen el camino de nuestra decisión y a la larga nos traen conflictos internos y vivenciales que tanto nos cuesta superar en la vida.
La mala educación tiene muchas vertientes, una de ellas podría ser el egoísmo exacerbado, cuando sólo pensamos en los nuestro. Es decir el YO prevalente, sin dar importancia alguna a lo que nos rodea, viéndolos como meros obstáculos a sortear en nuestra vida, sin deparar en nada más que en nuestros propios objetivos, ese es un marcado aspecto del egoísmo, y por las consecuencias que nos trae empezamos a ver en ello nuestro propio fracaso.
Otro aspecto a considerar serían los complejos de inferioridad, timidez, minusvalía y el miedo que nos provoca el enfrentarnos a retos y distintas experiencias, que se nos hacen difíciles de afrontar, convirtiéndonos en hombres o mujeres frágiles y pobres de espíritu.
Que triste es esto de la Mala Educación heredada, muchas cosas más se podrían decir de ella, circunstancias que me marcan en mi sensibilidad con el trato a diario con la gente, esforzándome siempre para amistarlos y que ellos encuentren el camino adecuado.
¿Qué antídotos hay para afrontar dichas limitaciones?
Dejar de pensar en nuestras propias deficiencias y relacionarnos con el entorno. Aprender a apreciar todo aquello que puede llevarnos a nuestra superación personal, aportando a su vez un estímulo, una palabra, una actitud, un gesto, que ayude a dar parte de nuestra esencia a los demás, y de esta manera superarnos todos.
Y así lograremos ser más ecuánimes, aprendiendo a escuchar a los demás y a portándonos recíprocamente todo lo positivo que vamos descubriendo por nosotros mismos.
Por eso es muy importante ser justo, eso nos hará mejores, prudentes, medidos y respetuosos con nosotros y con los demás. A eso yo lo llamo SABER, QUERER Y HACER, conceptos que debemos tener bien claro en su total dimensión, harto elocuente.
Sin entrar a enjuiciar a educadores, políticos inescrupulosos, sociólogos y ciertos psicólogos que dejan mucho que desear, ya sea por intereses personales, o falta de una responsabilidad que es totalmente superflua, racional, sujeta a la compra y venta en función de sus propios y mezquinos intereses.
Hay demasiado por decir y hacer en este tema, pero tendríamos que partir de la base que estamos atrapados en una sociedad que nos ciega con su ritmo vertiginoso, menoscabando la posibilidad de ser libres y válidos por nosotros mismos.

Con profundo afecto para mis amigos del blog.
Miguel Ángel Godoy